Javier Cremades, autor del libro "Micropoder. La fuerza del ciudadano en la era digital" ilustra de forma argumentada y objetiva las tendencias hacia las que se orienta el derecho de autor en la era actual. Una época en que, gracias a la immaterialización propiciada por la digitalización y a la libre (y gratiuta)accesibilidad que Internet confiere, los conceptos propiedad y derecho se ven más desdibujados que nunca. Y un momento histórico en que el ciudadano está dotado de un poder jamás experimentado. 
Partiendo de estas premisas no es díficil entender los inciertos momentos que atraviesan autores, productores, distribuidores... cuyos intereses empresariales están potencialmente amenazados. Parece que la solución no puede provenir de medidas tan materializadas como la ley de propiedad intelectual o el canon sino que éstas también deben adapterse al medio que combaten: algo tan inmanterial e impersonal como el mundo que configura Internet.
Así pues, parece que los primeros intentos combativos caminan sobre el terreno equivocado. En la era del acceso donde cada uno puede accedeer a multiples creaciones y manipularlas a su antojo, es evidente que cualquier medida legal o fiscal resulta insuficiente. Por tanto, dentro de este marco de actuacion, el mejor metodo de control es aquel que proviene dl mismo medio que pretende regular: el sistema DRM de gestion de derchos digitales.
Dejando a un lado las consideraciones legislativas y regulaciones pertinentes, mencion aparte merece la nueva concepcion de propiedad y de autoria que el mundo digital ha generado. Internet, una nueva dimension tecnologica que ha sido posible gracias al sistema de innovacion y propiedad vigente, ha puesto en entredicho ese mismo sistema que le ha permitido nacer. La nocion de autoria y propiedad estan mas desdibujadas que nunca cuando cada uno de los usuarios son autores y actores potenciales. El usuario tiene el micropoder de manipular todas aquellas cr4eaciones que son propiedad" de la web.Es en este punto donde la revolucionaria concepci'on de la propiedad de la creative commmons tiene su razon de ser.
Partiendo de estas premisas no es díficil entender los inciertos momentos que atraviesan autores, productores, distribuidores... cuyos intereses empresariales están potencialmente amenazados. Parece que la solución no puede provenir de medidas tan materializadas como la ley de propiedad intelectual o el canon sino que éstas también deben adapterse al medio que combaten: algo tan inmanterial e impersonal como el mundo que configura Internet.Así pues, parece que los primeros intentos combativos caminan sobre el terreno equivocado. En la era del acceso donde cada uno puede accedeer a multiples creaciones y manipularlas a su antojo, es evidente que cualquier medida legal o fiscal resulta insuficiente. Por tanto, dentro de este marco de actuacion, el mejor metodo de control es aquel que proviene dl mismo medio que pretende regular: el sistema DRM de gestion de derchos digitales.
Dejando a un lado las consideraciones legislativas y regulaciones pertinentes, mencion aparte merece la nueva concepcion de propiedad y de autoria que el mundo digital ha generado. Internet, una nueva dimension tecnologica que ha sido posible gracias al sistema de innovacion y propiedad vigente, ha puesto en entredicho ese mismo sistema que le ha permitido nacer. La nocion de autoria y propiedad estan mas desdibujadas que nunca cuando cada uno de los usuarios son autores y actores potenciales. El usuario tiene el micropoder de manipular todas aquellas cr4eaciones que son propiedad" de la web.Es en este punto donde la revolucionaria concepci'on de la propiedad de la creative commmons tiene su razon de ser.
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